Los analgésicos opioides como oxycontin, percocet y codeína son utilizados en el tratamiento del dolor moderado a severo.
Adultos mayores (más de 60 años)
Los adultos mayores tienen mayor probabilidad de sufrir enfermedades o dolor crónicos. Con frecuencia, se recetan medicamentos opioides a aquellos que buscan tratamiento para el dolor o están recuperándose de una cirugía. En algunos casos, estos medicamentos son recetados en dosis demasiado altas y pueden reaccionar adversamente con otros medicamentos de consumo regular.
Trastorno por consumo de opioides (tco)
Los opioides no son recomendables para el tratamiento de dolor crónico a largo plazo. En tan solo semanas, una persona puede adquirir dependencia física y desarrollar tolerancia a los medicamentos opioides. Un adulto mayor que está tomando opioides puede comenzar a tomarlos en exceso sin darse cuenta de las serias consecuencias que esto puede tener. El uso de opioides puede llevar rápidamente
A la dependencia, una condición que puede requerir ayuda para superar. Esta condición es a veces llamada tco.
Efectos secundarios comunes de los opioides:
- Pueden causar náuseas y malestar estomacal
- Pueden causar estreñimiento
- Pueden causar problemas urinarios
- Pueden causar somnolencia y mareo y afectar tu habilidad de conducir
- Pueden causar confusión y dificultades de razonamiento
Efectos secundarios serios de los opioides:
- Pueden afectar tu equilibrio y habilidad de caminar y causar caídas y lesiones graves
- Puedes desarrollar dependencia física y psicológica
- Dosis más altas pueden ralentizar tu respiración e incluso causar la muerte
Alternativas a los opioides
Medicamentos como el tylenol, aspirina, ibuprofeno, y aleve no son opioides.
Pueden ser aún más
Efectivos para controlar el dolor y tienen menos efectos secundarios que los opioides. Consulta a tu
Doctor sobre qué medicamentos son los más apropiados para ti.
Existen otras alternativas para controlar el dolor que pueden ayudarte como la terapia física, la terapia por ultrasonido, la aromaterapia y la musicoterapia.
This publication was made possible by grant number 1h79t108700-01 from Substance Abuse and Mental Health Services Administration (SAMHSA) and the Arkansas Department of Human Services Division of Aging, Adult and Behavioral Services (DAABHS).